Un día más en el contador. Un día menos para Contador. "Nulla a segnalare" (nada a señalar), rezaba tanto el boletín médico como el comunicado de los comisarios de carrera. Ni caídas, ni multas, ni nada. Alberto Contador y sus compañeros tuvieron un apacible viaje por las carreteras que bordeaban el Lago de Como hasta llegar a Locarno (Suiza). "Ha sido una etapa muy tranquila. La escapada se ha formado pronto y muy rápidamente y no hemos tenido que trabajar", reconocía Contador.
La fuga del día se formó en el kilómetro 5: Gavazzi, Ignatiev y Huguet. En el km 16 ya tenían una ventaja de ¡6:40! Y diez kilómetros más tarde, su máxima diferencia: 8:10. A partir de ahí los compañeros de Cavendish y Bennati controlaron la distancia de una fuga que murió cuando ellos quisieron, a 4 km de meta. Los hombres del Astaná, ni una pedalada. Lo único reseñable fue el final. Todo un símbolo para los tiempos que se avecinan en los sprint. No ganó Cavendish porque no quiso, prefirió regalarle la etapa a su compañero Greipel. Éste tiró tan fuerte para hacerle la llegada que él y Cavendish quedaron claramente en cabeza. El inglés no le remontó, miraba hacia atrás para comprobar si Bennati podía superarles. Pero no, el italiano no podía. Cavendish, 22 años, mostró más que nunca su superioridad sobre el velocista que muchos pensábamos que estaba destinado a suceder a Petacchi. El ciclista de la Isla de Man estaba tan sobrado que hizo lo que quiso en los últimos metros.
http://www.as.com/ciclismo/articulo/giro-ciclismo-contador-astana-vivieron/dasclm/20080529dasdaicic_2/Tes
La fuga del día se formó en el kilómetro 5: Gavazzi, Ignatiev y Huguet. En el km 16 ya tenían una ventaja de ¡6:40! Y diez kilómetros más tarde, su máxima diferencia: 8:10. A partir de ahí los compañeros de Cavendish y Bennati controlaron la distancia de una fuga que murió cuando ellos quisieron, a 4 km de meta. Los hombres del Astaná, ni una pedalada. Lo único reseñable fue el final. Todo un símbolo para los tiempos que se avecinan en los sprint. No ganó Cavendish porque no quiso, prefirió regalarle la etapa a su compañero Greipel. Éste tiró tan fuerte para hacerle la llegada que él y Cavendish quedaron claramente en cabeza. El inglés no le remontó, miraba hacia atrás para comprobar si Bennati podía superarles. Pero no, el italiano no podía. Cavendish, 22 años, mostró más que nunca su superioridad sobre el velocista que muchos pensábamos que estaba destinado a suceder a Petacchi. El ciclista de la Isla de Man estaba tan sobrado que hizo lo que quiso en los últimos metros.
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